- Ciertas especies de aves forman grandes bandadas que pueden llegar a agrupar cientos de miles de individuos, ¿pero por qué lo hacen y sobre todo cómo logran coordinarse y no chocar entre ellas?
[Daniel Biber]
Todos alguna vez nos hemos quedado atónitos contemplando una ensordecedora y gigante bandada de aves que oscurece el cielo durante el atardecer. Estas agrupaciones de aves que reúnen hasta miles de individuos solo las conforman ciertas especies como los estorninos.
Los estorninos, tanto el estornino negro (Sturnus unicolor) como el estornino pinto (Sturnus vulgaris), son aves gregarias que tienden a agruparse durante el otoño-invierno, formando bandadas o bandos que pueden ser mixtos (ambas especies). Cabe destacar también que el estornino negro es residente habitual en España mientras el estornino pinto migra desde el norte de Europa a España para residir únicamente durante el invierno.
En el caso de los estorninos la formación de bandadas tiene una clara función defensiva al reunirse los individuos al atardecer para acudir conjuntamente a sus dormideros habituales. Sin embargo, estas aves también pueden reunirse en bandos para iniciar la migración. Así pues, durante el invierno, cientos de miles de estorninos se congregan en la península de Jutlandia en Dinamarca, procedentes de Noruega y en busca de un clima más templado, en un fenómeno que genera gran expectación denominado «sort sol» (que en danés significa «sol negro»).

Aunque la función biológica de las bandadas de aves difiere entre diferentes especies y puede ser tanto defensiva como tener como misión la reunión antes de la migración o la búsqueda de alimento, es fácilmente identificable a través de las observaciones de campo. Sin embargo, el cómo las aves son capaces de agregarse y tomar rumbo conjunto así como el por qué lo hacen sin chocar entre ellas, resulta mucho más complicado de explicar. Alrededor de 1930, se llegó a plantear que existía una especie de «telepatía» entre los individuos que conforman una bandada y que les permitía coordinarse de esta forma tan exacta, actuando como si en vez de mil cerebros individuales, uno solo guiara a toda la formación (1).
En la actualidad, se ha intentado estudiar estos aspectos de las bandadas desde aproximaciones físicas y matemáticas. El comportamiento colectivo de los animales asume que las aves deben moverse en la misma dirección que su vecino, permanecer cerca de ellos y evitar choques. La conclusión a la que han llegado estas investigaciones ha sido que el movimiento de las aves en las bandadas sigue un modelo físico muy similar al magnetismo pero modificado, ya que a diferencia de las partículas metálicas, cada ave tiene un movimiento propio y los cambios de velocidad de un solo pájaro afectan a todos los que constituyen la agrupación. Así pues, modificando las teorías de interacción magnética se ha logrado describir un modelo que se ajusta al comportamiento en bandada y que es capaz de predecir el movimiento individual de cada ave cuando una de ellas cambia el rumbo así como el tiempo que les lleva ajustarse a este cambio (2, 3, 4).
¿Pero cuáles son los mecanismos neuronales que facilitan que ciertas especies de aves formen bandadas? Aunque los circuitos cerebrales que facilitan este tipo de comportamiento colectivo todavía no se conocen en detalle, dosneuropéptidos (vasopresina y mesotocina) y sus respectivos receptores (VT3 y VT4) parecen jugar un importante papel, al activar el funcionamiento de dos regiones cerebrales de las aves, el septo lateral y el arcopalio dorsal (5). El septo lateral es una región cerebral muy conservada evolutivamente y por lo tanto muy similar entre aves y mamíferos. Además, uno de estos neuropéptidos, la mesotocina, es estructuralmente homóloga a la hormona de mamíferos denominada oxitocina. Esta hormona juega un papel clave al participar en diferentes aspectos claves del comportamiento en los mamíferos como el reconocimiento social, el comportamiento sexual y el emparejamiento.
Así pues aunque algunos de los mecanismos del comportamiento colectivo de bandada se van aclarando con el paso del tiempo y las investigaciones realizadas, todavía se requerirán futuros estudios que ahonden más en alguno de los aspectos tratados en este artículo.
Fuente: www.investigacionyciencia.es